Steve Jobs.
La biografía
El primer artículo sobre la nueva máquina apareció en el
número de julio de 1976 de Interface, una revista para aficionados a la
electrónica hoy desaparecida. Jobs y sus amigos seguían construyéndolas a mano
en su casa, pero el artículo se refería a él como «director de marketing» y
«antiguo consultor privado para Atari». Aquello hacía que Apple sonara como una
empresa de verdad. «Steve se comunica con muchos de los clubes informáticos
para tomarle el pulso a esta joven industria —señalaba el artículo, y lo citaba
mientras este explicaba—: “Si podemos estar al día con sus necesidades,
sussensaciones y sus motivaciones, podemos responder de forma adecuada y darles
lo que quieren”».
Para entonces ya contaban con otros competidores, además del
Altair, entre los que destacaban el IMSAI 8080 y el SOL-20, de la Processor
Technology Corporation. Este último lo habían diseñado Lee Felsenstein y Gordon
French, del Homebrew Computer Club. Todos tuvieron la oportunidad de presentar
su trabajo durante el puente del Día del Trabajo de 1976, cuando se celebró la
primera Feria Anual de los Ordenadores Personales en un viejo hotel del paseo
marítimo de Atlantic City, en Nueva Jersey, que por aquel entonces había
entrado en franca decadencia. Jobs y Wozniak se embarcaron en un vuelo de la
Trans World Airlines a Filadelfia, llevando consigo una caja de puros que
contenía el Apple I y otra con el prototipo del sucesor de aquella máquina en
el que Woz estaba trabajando. Sentado en la fila de atrás se encontraba
Felsenstein, que echó un vistazo al Apple I y aseguró que era
«completamentemediocre». A Wozniak le enervó profundamente la conversación que
tenía lugar en la fila trasera. «Podíamos oír cómo hablaban con una jerga
empresarial muy rebuscada —recordaba—, y cómo utilizaban acrónimos comerciales
que nosotros nunca habíamos oído antes».
Wozniak pasó la mayor parte del tiempo en la habitación del
hotel, trasteando con su nuevo prototipo. Era demasiado tímido para plantarse
tras la mesa plegable que le habían asignado a Apple al fondo de la sala de
exposiciones. Daniel Kottke, que había llegado en tren desde Manhattan, donde
asistía a clases en la Universidad de Columbia, presidía la mesa, mientras Jobs
daba una vuelta para echarles un vistazo a sus competidores. Lo que vio no le
impresionó. Estaba seguro de que Wozniak era el mejor ingeniero de circuitos y
de que el Apple I (así como su sucesor, con total seguridad) podría superar a
sus adversarios en materia de funcionalidad. Sin embargo, el SOL-20 tenía un
mejor aspecto. Contaba con una elegante carcasa metálica, y venía provistode
teclado y cables. Parecía que lo hubieran construido unos adultos. El Apple I,
en cambio, tenía un aspecto tan desaliñado como sus creadores.
Fuente: Steve Jobs. La biografía
Walter Isaacson
Traducción de David González-Iglesias González/Torreclavero