Kant (Immanuel)

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Kant (Immanuel): {Biog.}{Filos.} Nació en Königsberg el 22 de abril de 1724. Es posiblemente el
mayor pensador de la Edad Moderna. Su doctrina, en cualquier caso, ha sido decisiva para el rumbo
de la Filosofía posterior. Su vida transcurre en su ciudad natal, de la que casi nunca sale llevando una
existencia más bien difícil y modesta aun cuando llega a alcanzar bastante renombre. Su Crítica de la
razón pura, aparece en 1781, y diez años después «se cuentan casi 200 escritos sobre su filosofía».
El propósito de Kant es mediar entre las posiciones encontradas de sus predecesores: su filosofía
quiere ser crítica. Trata, en suma, de confirmar la validez objetiva del conocimiento defendida por el
racionalismo, pero limita esta validez al mundo de los fenómenos, aceptando así, del empirismo, la
subjetividad del conocimiento. Hume había señalado dos tipos de juicios: analíticos a priori y sintéticos a posteriori, que Kant estima insuficientes para fundamentar la ciencia. Los primeros no
añaden nada nuevo al conocimiento, sólo lo explicitan; los segundos no son universales y dependen
de la experiencia. Kant es autor de un sistema que significó una verdadera revolución en la filosofía.
Se propuso suministrar a la crítica todos los conocimientos humanos (de donde su doctrina tomó el
nombre de criticismo). Distingue en nuestros conocimientos dos partes: una, que pertenece a los objetos del pensamiento y que nos es dado por la experiencia, es lo que se designa como materia
objetivo; la otra, que pertenece al sujeto pensante y que el espíritu saca de su propio fundamento
para ayudar a lo dado por la experiencia es la forma, lo subjetivo. La razón aplica la forma a la materia como el sello da su forma a la cera. Kant hace la enumeración de estas formas que son inherentes a la razón humana, y que él designa indiferentemente, ideas a priori, ideas puras,
categóricas; en primer lugar, coloca las ideas de tiempo, de espacio, de substancia, de causa, de
unidad de existencia. Se pregunta luego cuál es el valor de nuestros conocimientos y si podemos
legítimamente pasar del sujeto al objeto; declara que no podemos conocer directamente lo que nos
es dado por la experiencia, que todo el resto es simplemente un objeto de fe o de creencia, y que por
lo tanto, nuestras ideas de alma, de universo, de Dios, no tienen ninguna certidumbre objetiva. No
obstante, por una favorable contradicción, acepta en moral a la razón humana una autoridad que le
rehúsa en metafísica; allí él cree en la libertad, en la ley imperativa del deber, en la necesidad de una
armonía entre el bien y la virtud, y así se ve llevado a restablecer como indudables las verdades que
están implícitas en ellas, la existencia de Dios y la inmortalidad del alma. En moral, este filósofo
enseña una doctrina rígida, fundada sobre la idea del bien absoluto y que llama estoicismo. La
obligatoriedad de la ley moral radica en su forma, no en su contenido. Es el imperativo categórico:
«obra siempre de tal modo que la norma de tu acción pueda tener validez universal». Las ideas de
alma y de Dios deben ser admitidas como postulados de la razón práctica. El hombre tiene que ser
libre. De otro modo carecería de sentido el imperativo categórico, si debemos ser libres es porque
podemos serlo. Ello exige una recompensa, que no se alcanza en la vida. Es necesaria la inmortalidad. Por último, todo lo anterior tampoco tendría sentido sin la existencia de Dios, un ser
justiciero, distribuidor de recompensas y castigos. De este modo, el orden moral debe ser aceptado,
pero hay que renunciar a conocerlo. En la tercera de sus grandes obras, Crítica del juicio (1790),
considera el juicio como una facultad intermedia entre el entendimiento y la razón, es decir, constituye el puente entre lo fenoménico y lo trascendente. El paso se realiza a través del «juicio reflexionante», tanto «estético» como «teológico». El examen del juicio estético revela los elementos a priori del sentimiento. La investigación estética conjuga la espontaneidad y la libertad con la universalidad exigida por una rigurosa apreciación de la belleza. El problema se resuelve con la «finalidad sin fin»: la finalidad de la obra de arte no es objetiva, porque no pertenece a la obra de arte misma, sino al espectador que la aprecia, es decir, es una finalidad subjetiva. La profundización de su filosofía crítica, expuesta en las obras citadas, la realiza Kant en el opúsculo Sobre un descubrimiento, según el cual toda nueva crítica de la razón pura debe ser hecha inútil por otra más antigua (1790), en el que subraya la originalidad de su doctrina respecto a Leibniz; en Metafísica de las costumbres (1797) y en la incompleta Tránsito de los principios metafísicos de la ciencia natural a la Física. Las principales corrientes filosóficas de los s. XIX-XX, sobre todo el idealismo alemán (Fichte, Schelling,
Hegel), son deudoras de los planteamientos kantianos. El idealismo trascendente de Kant basa el
conocimiento no en lo dado a nosotros, sino en lo puesto por nosotros. Kant dejó una gran cantidad
de obras referidas a diferentes temas: Ensayo de antropología, La religión de acuerdo con la razón,
Ensayo sobre la paz perpetua, Principios metafísicos de la ciencia del Derecho, Principios metafísicos
de la moral, Manual de lógica, y un Tratado de pedagogía. Entre las obras científicas: Historia natural
del mundo y teoría del cielo según los principios de Newton, Teoría de los vientos, Nueva teoría del
movimiento y del reposo de los cuerpos, etc. Murió el 12 de febrero de 1804.

Fuente:www.samaelgnosis.net

Steve Jobs. La biografía - EL XEROX PARC

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 Steve Jobs. La biografía

EL XEROX PARC
El Centro de Investigación de Palo Alto propiedad de la Xerox Corporation —conocido por sus siglas en inglés como Xerox PARC— había sido fundado en 1970 para crear un lugar de difusión de las ideas digitales. Se encontraba situado en un lugar seguro (para bien y para mal), a casi cinco mil kilómetros de la sede central de Xerox en Connecticut. Entre sus visionarios estaba el científico Alan Kay, que seguía dos grandes máximas también compartidas por Jobs: «La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo» y «La gente que se toma en serio el software debería fabricar su propio hardware». Kay defendía la visión de un pequeño ordenador personal, bautizado como «Dynabook», que sería lo suficientemente sencillo como para ser utilizado por niños de cualquier edad. Así, los ingenieros del Xerox PARC comenzaron a desarrollar gráficos sencillos que pudieran reemplazar todas las líneas de comandos e instrucciones de los sistemas operativos DOS, responsables de que
las pantallas de los ordenadores resultaran tan intimidantes. La metáfora que se les ocurrió fue la de un escritorio. La pantalla contendría diferentes documentos y carpetas, y se podría utilizar un ratón para señalar y pulsar en la que se deseara utilizar.
Esta interfaz gráfica de usuario resultaba posible gracias a otro concepto aplicado por primera vez en el Xerox PARC: la configuración en mapa de bits. Hasta entonces, la mayoría de los ordenadores utilizaban líneas de caracteres. Si pulsabas un botón del teclado, el ordenador generaba la letra correspondiente en la pantalla, normalmente en un color verde fosforescente sobre fondo oscuro. Como existe un número limitado de letras, números y símbolos, no hacía falta todo el código del
ordenador o toda la energía del procesador para articular este modelo. En un sistema de mapa de bits, al contrario, todos y cada uno de los píxeles de la pantalla están controlados por bits de la memoria del ordenador. A la hora de mostrar cualquier elemento en la pantalla —como una letra, por ejemplo—, el ordenador tiene que decirle a cada píxel si tiene que estar encendido o apagado o, en el caso de las pantallas en color, de qué color debe ser. Este formato absorbe gran parte de la energía
del ordenador, pero permite crear impresionantes gráficos y tipos de letra, así como sorprendentes imágenes.
Los mapas de bits y las interfaces gráficas pasaron a integrarse en los prototipos de ordenadores del Xerox PARC, como en el caso del ordenador Alto y su lenguaje de programación orientado a objetos, el Smalltalk. Jef Raskin estaba convencido de que aquellas características representaban el futuro de la informática, así que comenzó a presionar a Jobs y a otros compañeros de Apple para que fueran a echarle un vistazo al Xerox PARC.
Raskin tenía un problema. Jobs lo consideraba un teórico insufrible o, por usar la terminología del propio Jobs, mucho más precisa, «un capullo inútil». Así pues, Raskin recurrió a su amigo Atkinson, quien se encontraba en lado opuesto de la división cosmológica de Jobs entre capullos y genios, para que lo convenciera de que se interesara por lo que estaba ocurriendo en el Xerox PARC. Lo que Raskin no sabía es que Jobs estaba tratando, por su cuenta, de llegar a un acuerdo más complejo. El departamento de capital riesgo de Xerox quería participar en la segunda ronda de financiación de Apple durante el verano de 1979. Jobs realizó una oferta: «Os dejaré invertir un millón de dólares en Apple si vosotros levantáis el telón y nos mostráis lo que tenéis en el PARC». Xerox aceptó. Accedieron a enseñarle a Apple su nueva tecnología y a cambio pudieron comprar 100.000 acciones por unos 10 dólares cada una.
Para cuando Apple salió a Bolsa un año después, el millón de dólares en acciones de Xerox había alcanzado un valor de 17,6 millones de dólares. Sin embargo, Apple se llevó la mejor parte en aquel trato. Jobs y sus compañeros fueron a conocer la tecnología del Xerox PARC en diciembre de 1979 y, cuando Jobs insistió en que no le habían mostrado lo suficiente, consiguió una presentación todavía más completa unos días más tarde. Larry Tesler fue uno de los científicos de Xerox a los que les correspondió preparar las presentaciones, y estuvo encantado de poder exhibir un trabajo que sus jefes de la Costa Este nunca habían parecido valorar. Sin embargo, la otra responsable de la exposición, Adele Goldberg, quedó horrorizada al ver cómo su compañía parecía dispuesta a desprenderse de sus joyas de la corona. «Era un movimiento increíblemente estúpido, completamente absurdo, y yo luché para evitar que Jobs recibiera demasiada información de cualquiera de los
temas», afirmó.
Goldberg se salió con la suya en la primera reunión. Jobs, Raskin y el jefe del equipo de Lisa, John Couch, fueron conducidos al vestíbulo principal, donde habían instalado un ordenador Xerox Alto. «Era una presentación muy controlada de unas cuantas aplicaciones, principalmente del procesador de textos», recordaba Goldberg. Jobs no quedó satisfecho y llamó a la sede central de Xerox exigiendo más.
Lo invitaron a regresar pasados unos días, y en esa ocasión llevó consigo una comitiva mayor que incluía a Bill Atkinson y Bruce Horn, un programador de Apple que había trabajado en el Xerox PARC. Ambos sabían lo que debían buscar. «Cuando llegué a trabajar había un gran alboroto. Me dijeron que Jobs y un grupo de sus programadores se encontraban en la sala de reuniones», contó Goldberg. Uno de sus ingenieros estaba tratando de entretenerlos con más muestras del procesador de
textos. Sin embargo, Jobs estaba comenzando a impacientarse. «¡Basta ya de toda esta mierda!», gritó. Vista la situación, el personal de Xerox formó un corrillo y entre todos decidieron levantar un poco más el telón, aunque lentamente. Accedieron a que Tesler les mostrara el Smalltalk, el lenguaje de programación, pero solo podría presentar la versión «no clasificada» de la presentación. «Eso lo deslumbrará y nunca sabrá que no le presentamos la versión confidencial completa», le dijo el
jefe del equipo a Goldberg.
Se equivocaban. Atkinson y algunos otros habían leído algunos de los artículos publicados por el Xerox PARC, así que sabían que no les estaban presentando una descripción completa del producto. Jobs llamó por teléfono al director del departamento de capital riesgo de Xerox para quejarse. Instantes después, se produjo una llamada desde la sede central de Connecticut en la que se ordenaba que le mostraran absolutamente todo a Jobs y su equipo. Goldberg salió de allí hecha una furia.
Cuando Tesler les mostró finalmente lo que se escondía tras el telón, los chicos de Apple quedaron asombrados. Atkinson miraba fijamente la pantalla, examinando cada píxel con tanta intensidad que Tesler podía sentir su aliento sobre la nuca. Jobs se puso a dar saltos y a agitar los brazos entusiasmado. «Se movía tanto que no sé si llegó a ver la mayor parte de la presentación, pero debió de hacerlo, porque seguía haciendo preguntas —contó Tesler más tarde—. Ponía el acento en cada nuevo paso que le iba mostrando». Jobs seguía repitiendo que no podía creerse que Xerox no hubiera comercializado aquella tecnología. «¡Estáis sentados sobre una mina de oro! —gritó—. ¡No puedo creer que Xerox no esté aprovechando esta tecnología!».
La presentación del Smalltalk sacó a la luz tres increíbles características. Una era la posibilidad de conectar varios ordenadores en red. La segunda consistía en el
funcionamiento de los lenguajes de programación orientados a objetos. Sin embargo, Jobs y su equipo le prestaron poca atención a aquellos atributos, porque estaban demasiado sorprendidos por la interfaz gráfica y la pantalla con mapa de bits. «Era como si me retiraran un velo de los ojos —recordaría posteriormente—. Pude ver hacia dónde se dirigía el futuro de la informática».
Cuando acabó la reunión en el Xerox PARC, después de más de dos horas, Jobs llevó a Bill Atkinson al despacho de Apple en Cupertino. Iba a toda velocidad,
igual que su mente y su boca. «¡Eso es! —gritó, resaltando cada palabra—. ¡Tenemos que hacerlo!». Aquel era el avance que había estado buscando: la forma de
acercarle los ordenadores a la gente, con el diseño alegre pero económico de las casas de Eichler y la sencillez de uso de un elegante electrodoméstico de cocina.
«¿Cuánto tiempo tardaríamos en aplicar esta tecnología?», preguntó. «No estoy seguro —fue la réplica de Atkinson—. Puede que unos seis meses». Aquella era una afirmación tremendamente optimista, pero también muy motivadora.

Fuente:  Steve Jobs. La biografía
Walter Isaacson
Traducción de
David González-Iglesias González/Torreclavero

Krishna,

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Krishna, en la mitología del hinduismo un avatar, o encarnación, del dios Visnú, pero para muchos
devotos se trata del Dios supremo y salvador universal, no limitado por el tiempo o el espacio.
Históricamente se fueron asimilando una serie de diferentes cultos 'Krishna', y de ahí surgió un dios
con numerosos aspectos. Entre estos están Krishna "el ladrón de mantequilla", un niño travieso pero
encantador (asociado a la ciudad de Vrindaban, al sur de Delhi), y Krishna el de la piel azul, dios
pastoral que toca la flauta (el significado literal del nombre krishna es 'oscuro' o 'negro'). Sus dos
aspectos más importantes para la historia del budismo son, sin embargo, la de un protagonista del
épico Mahabharata, y la de un dios vaquero, el amado de las ordeñadoras. El guerrero de ambigüedad moral, el Krishna del poema épico Mahabharata, puede ser una combinación de dos héroes tribales. Pero desempeña, como auriga de Arjuna, el papel principal del célebre episodio del Mahabharata, la "Canción del señor" o Bhagavad-Gita (siendo Krishna el 'señor' en cuestión). Aquí expone varias vías para la liberación, pero lo más significativo es que se revela a sí mismo como Dios omnipotente. Dios (Krishna) es, por lo tanto, el único actor real en el universo y el único objeto posible de devoción. Él, a su vez, responde al amor de sus devotos. El Bhagavad-Gita es quizá el texto hindú más popular, aunque sea crucial para los Vaishnavas, que identifican el Krishna del Gita con Visnú, su gran dios. En tanto que la devoción (bhakti) recomendada por el Gita es moderada, la asociada con Krishna el vaquero resulta muy intensa en el plano emocional y erótico. Esta relación amorosa entre Dios y sus devotos (típicamente descrita como "amor en separación") aparece representada en los relatos populares de los encuentros de Krishna con las ordeñadoras casadas (gopis) y en especial con Radha. Estas historias dieron lugar a una importante literatura, en la que destaca Bhagavata Purana, en el siglo IX, y Gitagovinda, "Canción del vaquero", en el siglo XII, de Jayadeba. Se convirtieron además en un tema favorito de representación artística y teatral, a medida que se introducía en India el culto de Krishna. Dos importantes figuras en el desarrollo teológico y sectario posterior de la devoción de Krishna, activas ambas en el siglo XVI, son el bengalí Caitanya y el indio Vallabhacaraya. El movimiento contemporáneo "Hare Krishna" (International Society For Krishna Consciousness), traído a Occidente en 1965 por A. C. Bhaktivedanta Swami, procede de la forma de devoción a Krishna establecida por Caitanya.

Fuente: Instituto Cultural Quetzalcoatl de Antropología Psicoanalítica, A.C.
www.samaelgnosis.net y

FELIPE EL APÓSTOL

FELIPE EL APÓSTOL. Felipe el apóstol era natural de Betsaida, a orillas del mar de Galilea, de donde también eran Andrés y Pedro. Jesús lo llamó a ser su discípulo, y él obedeció inmediatamente e invitó a Natanael pata acudir a donde Jesús y los suyos. Estuvo entre los que seguían a Jesús en el Calvario, y reunido con los del aposento alto después de la ascensión de Jesús. Pasado Pentecostés, Felipe siguió predicando.

Fuente:  Mini biografías de grandes
personajes bíblicos
Por Donald E. Demaray

EZEQUIEL.

EZEQUIEL. La tradición judía afirma que Ezequiel, uno de los últimos profetas del Antiguo Testamento, escribió el libro que lleva su nombre. Descendía de una familia sacerdotal, y cuando en su juventud se preparaba para el sacerdocio, se halló entre los judíos que Nabucodonosor se llevó a Babilonia tras tomar a Jerusalén. Ezequiel fue llamado por Dios para que fuera "atalaya" (Ezequiel 3:17) de los judíos en cautiverio, para que los alentara y les ayudara a comprender mejor el plan y propósito de Dios. Los judíos anhelaban retornar a su hogar en Jerusalén, pero Ezequiel les hizo "comprender a Dios" y les ayudó a soportar sus padecimientos. Dios prometió a Ezequiel que el pueblo judío regresaría a Jerusalén después de setenta años de cautiverio. Profetizó la destrucción de
Jerusalén; y, luego de la destrucción, preparó al pueblo judío para la nueva generación, reconstruyendo el pensamiento religioso de Israel en cuanto a la libertad y responsabilidad del individuo y el significado del genuino arrepentimiento.

Fuente:  Mini biografías de grandes
personajes bíblicos
Por Donald E. Demaray

EZEQUIAS.

EZEQUIAS.

Personaje dei siglo octavo A.C. A la edad de 25 años Ezequías fue el sucesor de su padre, el rey Acaz, en el trono de Judá. Reinó 29 años en Jerusalén. Se recuerda a Ezequías por la purificación del templo, por la implantación de una reforma moral y religiosa, el restablecimiento del culto a Jehová, y la celebración de la gran pascua de catorce días (anteriormente descuidada). Restableció también el empleo de los Salmos de David y Asaf, y dio cima a la colección de los proverbios de Salomón. Ezequías contribuyó mucho a la prosperidad de su pueblo y del reino mediante el rápido progreso de las obras públicas, el movimiento de reforma contra la idolatría, y el derrocamiento del poder asirio en Judea. Durante la lucha contra Asiria fue atacado por una enfermedad fatal, pero fue admirable su curación mediante la oración; Dios le concedió quince años más de vida. Ezequías cumplió la voluntad de Dios y vivió sus últimos años en paz. La historia del rey Ezequías se halla en 2 Reyes 18-20; Isaías 36-39 y 2 Crónicas 29-32.

Fuente: Mini biografías de grandes
personajes bíblicos
Por Donald E. Demaray

Buda

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Buda: {Biog.}{Rel.}
 Nace en Kapilavstu en en año 563 a.C. Fundador del budismo, al nacer se le
impone el nombre de Sidharta. Pertenecia al clan de los Shakya, rama de una casta, los Kshatriya,
que gobernaba una pequeña confederación de tribus. Buda nace al Sur del Nepal. Según la tradición,
está predestinado a ser un emperador o un gran maestro. Su padre, Shudhodana, decide que su hijo
le suceda en el cargo, y le priva de la visión de la miseria terrenal. Buda crece en un ambiente lujoso
y disfruta de una excelente salud. Su inteligencia es igualmente privilegiada. Según las costumbres
de su entorno, se casa a los 16 años con su prima Yashodhara, de la cual nace su hijo Rahula. Dice
la tradición que obtendrá a su esposa después de un combate en el que derrota a todos sus
adversarios. Tiene además tres concubinas, pero su espíritu reflexivo le lleva a no contentarse con la
vida que lleva. Parece que su primera crisis existencial coincide con el nacimiento de su primer hijo. A pesar de los esfuerzos de su padre para ocultarle la realidad, Buda descubre durante un paseo los
cuatro símbolos que determinarán su vida: un viejo decrépito, un enfermo, un cadáver y un monje
errante. La leyenda dice que son cuatro dioses disfrazados. Tiene 29 años. Llega a la conclusión de
que, si existe la metempsicosis (reencarnación tras la muerte), el sufrimiento es eterno. Su misión es
clara: debe ayudar al hombre a alejarse del sufrimiento. Decide abandonar el lujo que le rodea,
escapando una noche a caballo. Sin embargo, las verdaderas razones por las que Buda se atormenta
interiormente, su lucha interna, se nos ocultan. Su vida cambia totalmente a partir de entonces.
Abandona sus hermosas vestiduras, se rapa la cabeza y se viste ascéticamente. Se establece en un
bosque y allí aprende las técnicas de la meditación y el autodominio. Seis años de dura mortificación
están a punto de acabar con su vida. Desecha ese camino y reemprende la meditación a la sombra
de una higuera, por espacio de 49 días. Durante ese tiempo intenta hallar respuesta al interrogante
del sufrimiento. Pero antes ha de resistir los embates de la deidad infernal Mara que le ataca desatando huracanes y terremotos, en medio de los cuales danzan sus tres hijas: el deseo, el placer
y la pasión. Pero Buda no se mueve. La propia tierra sale en su defensa y el asceta halla la clave de
su meditación. De esta forma nos explica la leyenda lo que en realidad es una meditada remodelación
de su alma. Tenía entonces 35 años. Vuelve con sus antiguos condiscípulos de meditación y les
expone su primer sermón: La puesta en movimiento de la rueda de la ley. A partir de entonces, su
comunidad se extiende por toda la India, aunque sus últimos años se ven oscurecidos por las luchas
sectarias que promueven algunos de sus seguidores. Dotado de buen sentido y fortaleza física, su
pensamiento es más bien intuitivo, y su carácter, amable. Persigue la consecución de un estado
místico, nirvana, en el que, más que una trascendencia del alma después de la muerte, busca la
liberación del dolor físico y moral. Muere en el año 483 a. C.

Fuente: Instituto Cultural Quetzalcoatl de Antropología Psicoanalítica, A.C.
www.samaelgnosis.net y www.samaelgnosis.org

EVA.

EVA.
Según Génesis, fue la esposa de Adán y la primera mujer. Eva comió el fruto del árbol del conocimiento, cediendo a la tentación. y al pecado. Tentó a Adán para que la imitara. Fue castigada con los dolores del alumbramiento. Pablo se refiere a Eva en el Nuevo Testamento (2 Corintios 11:3; 1 Timoteo 2:13;Génesis 3:20;4:1).

Fuente: Mini biografías de grandes
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Por Donald E. Demaray

Cervantes alude en sus obras a diferentes edificios o parajes de Valladolid,

C E R VA N T E S - P a s e o C e r v a n t i n o
Cervantes alude en sus obras a diferentes edificios o parajes
de Valladolid, como el Hospital de la Resurrección, la iglesia
parroquial de San Llorente (o San Lorenzo), el Palacio
Real, el río Pisuerga, la Fuente de Argales o El Espolón.
Algunos han desaparecido y otros están profundamente alterados en su fisonomía, pero con su visita y la recreación de los sucesos que acontecieron cerca de su vivienda se puede sugerir un “paseo cervantino” que podría concluir delante de su estatua.
Convento de Sancti Spiritus
Hospital de la Resurrección Acera de Recoletos
Convento de Agustinos Recoletos y Campo Grande
La Puerta el Campo
Calle del Rastro
Vista del Esgueva
Iglesia de San Lorenzo
Convento de Corpus Cristo
Hospital de San Juan de Dios
El Ochavo
La Acera de San Francisco
El Palacio Real y el del Conde de Benavente
La Plaza de San Pablo
La figura del escritor se dispuso sobre un pedestal, aprovechado de la desaparecida fuente de la Rinconada, y en él se instalaron cuatro relieves realizados por Pablo Santos de Berasategui,
además de cuatro bustos de mármol igualmente reutilizados.
En 1889, debido a las obras de urbanización que se llevaron a cabo en la zona del río Esgueva y de la calle Miguel Iscar, se acordó, trasladar el monumento a la plaza de la Universidad, construyéndose con tal motivo otro pedestal más sencillo en que ya no se colocaron los relieves con
episodios cervantinos, que ahora se conservan en el Museo Casa de Cervantes.
Posteriormente la memoria de la figura u obra de Cervantes se ha continuado honrando mediante
varias lápidas situadas en distintos parajes de la ciudad. Así figuran recuerdos evocadores de su
estancia en Valladolid colocados en el solar que ocupó el Hospital de la Resurrección en la Acera
de Recoletos, en los muros de la torre de la iglesia parroquial de San Lorenzo o en el pretil del
Puente Mayor.
Igualmente la ciudad cuenta con calles dedicadas al Licenciado Vidriera (nombre concedido en 1965
a la prolongación de la denominada en 1855 c/ Mendizábal, hoy c/ Menéndez y Pelayo), a La Galatea
(concedido en 1965 a la prolongación de la antigua c/ del Candil, hoy c/ de doña Marina de Escobar)
y a Dulcinea (al acceso desde la c/ Miguel Íscar a la c/ del Rastro).

Fuente: © Ministerio de Cultura - España 

ESTER.

ESTER.
 Ester fue una judía de la tribu de Benjamín. Huérfana, fue adoptada y criada por su primo Mardoqueo.
Por su gran belleza y elegancia fue elegida reina por Asuero. Cuando peligró la vida de sus conciudadanos mediante la matanza que Amán tramaba, arriesgó la vida tratando de modificar el edicto. La valentía y el encanto personal de Ester hicieron que Asuero añadiera al decreto de Amán el permiso de que los judíos se defendieran.
La victoria de los judíos se conmemora mediante la fiesta de Purim (Ester 9:17-10:3).


Fuente: Mini biografías de grandes
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Por Donald E. Demaray

ESTEBAN.

ESTEBAN.
Esteban fue el más prominente de "los siete" diáconos elegidos (Hechos 6). Además de cumplir con
sus deberes como tal, fue un poderoso predicador. Cuando pronunció su notable defensa (Hechos 7) en la que resumió la esencia de la historia del Antiguo Testamento, los líderes judíos -luego que él los señaló con su dedo acusador- se enfurecieron tanto, que arrastrado lo saca ron de la ciudad y lo apedrearon. Esteban fue el primer mártir de la iglesia cristiana. Por el testimonio de Esteban muchos se convirtieron y se unieron a la iglesia. Entre éstos se hallaba Saulo de Tarso, que había presenciado la inexcusable ejecución de Esteban.

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Por Donald E. Demaray

Esau Esdras

ESAÚ ESDRAS.
Esdras era un sacerdote judío exiliado en Babilonia cuando Ciro conquistó a Babilonia en 538
A.C. Fue escogido como líder de los judíos en aquel país, y recibió el encargo de dirigir a su pueblo de regreso a Jerusalén. En efecto, condujo a muchos sacerdotes y levitas de regreso a su santa ciudad. El propósito principal‘ de Esdras fue volver a poner en vigencia la Ley y establecerla como autoridad suprema en lo civil y lo religioso. A1 llegar a Jerusalén, lo afligió encontrar que algunos judíos habían tomado esposas extranjeras, lo cual había prohibido Dios (Esdras 9:1-3). Pero mediante su influencia las esposas extranjeras fueron expulsadas (Esdras 10:17). Dios se valió de Esdras para darle a la Ley una autoridad que no había tenido antes. Por cierto que el pueblo judío hasta el presente cumple algunos de los principios establecidos por Esdras. Fue un gran varón de oración, y empleó el poder que Dios le daba para restablecer al pueblo judío como la verdadera nación de Dios.

Fuente: Mini biografías de grandes
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Por Donald E. Demaray

EPAFRODITO

EPAFRODITO
 Pablo menciona a Epafrodito en su carta a los filipenses, que lo habían enviado para que sirviera al apóstol en Roma (Filipenses 2:25). Su dedicación al servicio de la iglesia cristiana se demuestra por la ansiedad que sentía por no poder servir ni a Pablo ni a la iglesia a que pertenecía, mientras estuvo gravemente enfermo en Roma. Tan pronto como Epafrodito se restableció, Pablo trazó planes para que regresara a Filipos y le encomendó a la carta dirigida a la iglesia de ese lugar. Los eruditos modernos concuerdan en que no hay que confundir a Epafrodito con Epafras, que estuvo relacionado con la iglesia de Colosas y se menciona en el libro de Colosenses.

Fuente: Mini biografías de grandes
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Por Donald E. Demaray

Cervantes en Valladolid - Segunda

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N T E S - Cervantes en Valladolid - Segunda
En 1601 la Corte de Felipe III se estableció en la ciudad del Pisuerga.
El 8 de febrero de 1603 Cervantes todavía se encontraba en Madrid pero en la primavera de aquel año, una vez concluida su novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha iniciaría los trámites para su publicación, recurriendo al librero alcalaíno Francisco de Robles, establecido en 1601 en la calle de La librería de Valladolid. Es posible que Cervantes le entregara su manuscrito
durante un viaje que el librero hizo a Madrid en junio de 1604 para que lo presentara al Consejo de Castilla y obtuviese privilegio de impresión, vendiéndole a Robles sus derechos.
A finales de agosto o principios de septiembre de 1604. El escritor se encuentra establecido en Valladolid con su familia, en el cuarto principal de una vivienda ubicada en el Rastro nuevo de
los Carneros, extramuros de la ciudad y muy próxima al cauce del río Esgueva. Durante esta segunda estancia Cervantes coincidió, entre otros, con los escritores Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Luis Vélez de Guevara y Tomás Gracián Dantisco, reencontrándose con sus amigos el doctor y escritor Pedro Sanz de Soria y Cristóbal Suárez de Figueroa. Todavía residía en Valladolid el 7 de noviembre de 1605 y no se sabe cuándo exactamente abandonó la ciudad. El 4 de marzo de 1606
los Reyes volvieron a Madrid y al poco se trasladó el resto de la Corte. Se supone que Cervantes se dirigió a Toledo, donde en 1606 escribe la Ilustre fregona, pero en el otoño de aquel mismo año la familia Cervantes ya vivía en Madrid.
En la noche del 27 de junio de 1605, cerca de la vivienda de Cervantes, D. Gaspar de Ezpeleta,
caballero de la Orden de Santiago, fue gravemente herido por un desconocido embozado, y murió dos días más tarde.
De las averiguaciones procesales que se siguieron se desprende que dicho caballero pidió auxilio y fue socorrido por los vecinos, entre ellos Miguel de Cervantes. Ante la confusión de los diferentes
testimonios tomados en el lugar de los hechos, el alcalde Villarroel detuvo a varios testigos, uno de
ellos el escritor. Una vez esclarecido el suceso, Cervantes fue puesto en libertad y continuó viviendo
en Valladolid. Aquí asistió a la aparición de la primera parte de su inmortal novela El Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de la Mancha, compartiendo el éxito con sus amigos entre los que se encontraban el señor de Higares, D. Fernando de Toledo, el italiano Raxio, el portugués Simón Méndez y poetas como el doctor Pedro Sanz de Soria y Cristóbal Suárez de Figueroa.
La publicación de un extracto del proceso por Juan Antonio Pellicer, en su esmerada edición de El Quijote (1797), y su reproducción en 1819 por el historiador cervantista Martín Fernández Navarrete, suscitó la curiosidad por averiguar si todavía existía la casa donde había vivido Cervantes.
Aunque la documentación referente a ese suceso no fue entonces suficiente para fijar con seguridad la casa donde habitó el escritor, en 1862 el profesor D. José Santa María de Hita fue capaz de localizar la ubicación exacta de las estancias habitadas por Cervantes, que sería aceptada oficialmente por todas las instituciones culturales y políticas el 23 de junio de 1866.
Durante su estancia en Valladolid Miguel de Cervantes no cesó en su actividad literaria, escribiendo
varias de sus Novelas Ejemplares como El Casamiento engañoso, El Coloquio de los Perros o El
Licenciado Vidriera.
También se pueden encontrar en sus obras referencias a distintas circunstancias históricas acaecidas
en Valladolid, a parajes de la ciudad y también de sus alrededores.
Su novela El Casamiento engañoso comienza:
“Salía del Hospital de la Resurrección, que está en Valladolid, fuera de la Puerta del Campo, un
soldado que, por servirle su espada de báculo y por la flaqueza de sus piernas y marillez de su
rostro, mostraba bien claro que, aunque no era el tiempo muy caluroso, debía de haber sudado en
veinte días todo el humor que quizá granjeó en una hora. Iba haciendo pinitos y dando traspiés,
como convaleciente; y al entrar por la puerta de la ciudad, vio que hacia él venía un su amigo, a
quien no había visto en más de seis meses; el cual, santiguándose como si viera alguna mala visión,
llegándose a él, le dijo:
-¿Qué es esto, señor alférez Campuzano?....
En El Licenciado Vidriera (a finales del otoño de 1605) se puede leer:
“No pregunto eso, sino que cuál es mejor lugar: ¿Valladolid o Madrid?. Y respondió: De Madrid, los
estremos; de Valladolid, los medios. No lo entiendo repitió el que se lo preguntaba. Y dijo: De Madrid, cielo y suelo; de Valladolid, los entresuelos. Oyó Vidriera que dijo un hombre a otro que, así como había entrado en Valladolid, había caído su mujer muy enferma, porque la había probado la tierra....”
En su novela La gitanilla se integra el romance a la reina Margarita y en él se hace referencia a la iglesia parroquial de San Lorenzo:
“Si me dan cuatro cuartos, les cantaré un romance yo sola, liadísimo en estremo, que trata de cuando la Reina nuestra señora Margarita salió a misa de parida en Valladolid y fue a San Llorente; dígoles que es famoso, y compuesto por un poeta de los del número, como capitán del batallón....”
“Salió a misa de parida / la mayor reina de Europa, en el valor y en el nombre / rica y admirable
joya./ Como los ojos se lleva / se lleva las almas todas / de cuantos miran y admiran / su devoción
y su pompa/....”
Resulta también muy verosímil que en Valladolid redactara, a finales de 1604, el prólogo de su Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
En otras obras suyas Cervantes menciona parajes de Valladolid como el Espolón (Coloquio de los
perros), los ríos Pisuerga (El Quijote, I, 18 y II, 44; La Galatea) y Esgueva (Viaje al Parnaso, VIII),
la fuente de Argales o el Caño Dorado.
Tampoco faltan alusiones a las localidades de Tordesillas (Persiles y Segismundo, IV y El Quijote,
II, 62 y 70), Alaejos (El licenciado Vidriera), Valdestillas (La ilustre fregona), y Medina del Campo
(El Quijote, II, 31 o Rinconete y Cortadillo).

Fuente: C E R VA N T E S - B i o g r a f í a
Museo de Cervantes, Ministerio de Cultura

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